lunes, 4 de junio de 2012

“TEOLOGÍA DE LA RESTITUCIÓN: LA UTOPÍA DE JOB” Una real propuesta social para Latinoamérica (Job 19: 25 - 27)


Adolfo M. Céspedes M.

Estudiante de Teología
Universidad Reformada

(Job 19: 25 - 27) 

Si al abrir nuestras Biblias, y dirigirnos a algún pasaje que trate de encontrar respuestas a preguntas difíciles, tales como ¿Cómo abordar el sufrimiento de una persona? ¿Qué tipo de respuestas merecen aquellos que están pasando crisis o dificultades ya sea de enfermedades, económicas, sociales, y afectivas, pero que son conscientes de que ninguna pre situación a sido hincapié para merecer tal problemática?, uno de ellos es el libro de Job.
Este libro que en su composición literaria nos lleva de una escena novelística o fabulística, pero que no tiene nada que ver con cuentos de hadas y de la magia de algún amor.

El cuento, que luego es en realidad, un mito, y mas tarde una poesía hebrea, pero que lleva mucho de filosofía y de sentidos jurídicos, haciendo de el como decía en clase, un texto de sincretismo literario. Job es una explicación, un recuento a una situación, una contraposición teológica a los dogmas de la retribución. Pieza clave para una condena a la teología de la prosperidad, una que reclama ser liberadora, pero que en realidad no es sino una trampa mas de la globalización, que entierra a esta Latinoamérica y a sus propuestas sociales equitativas.

Al igual que lo fue esta teología de moda en el contexto de Job. (Sin tratar de menospreciar un aspecto importante: una cosa es teología de la prosperidad y otra es que podemos vivir en mejores condiciones sociales. Al igual que una cosa es teología de la retribución, y otra que el hacer el bien determinara mejores condiciones y posibilidades sociales para mi y quienes me rodean [Teología de la Restitución]).
Es el cuento de un rico hacendado, que viene a ser victima de circunstancias críticas que lo conllevan a las peores formas de vivir. Pero se nos presenta el contraste entre el concepto que en los primeros dos capítulos se tenia de Job, un hombre recto, justo y honorable de su tiempo. Con el que ahora va a ser más o menos señalado a partir de estos momentos de sufrimiento.

Pero nos surge dentro de nuestras filas de la comunidad y aun en nuestro propio interior como teólogos interrogantes que carcomen nuestro intelecto y hasta nuestra fe, ¿Por qué un Dios tan justo haría una injustica con alguien justo?, es la pregunta que cientos de desplazados se hacen día a día; es la pregunta que quizá muchas madres de soldados muertos en combate se harán; es la pregunta que martiriza a tantos golpeados por la violencia, por el sicariato, hurto, violencia intrafamiliar, discriminación racial, de genero, étnica, explotación laboral, o victimas de la politiquería.

Miles de estos personajes día a día, lanzan el mismo grito de esperanza que en este texto Job se atreve a lanzar. Estos desesperados por una situación como la de Job, sin miras a resolver, se lanzan a reclamar sus derechos sociales, pidiendo a gritos que se les reconozca, que se haga real en que alguien pueda convertir esa utopía, ese sueño sin un lugar en la realidad, en una propuesta social para su rescate de esa circunstancia. Job o este personaje, se acuerda del sistema social del Go´el y pide alguien que lo rescate de su condición de necesidad y exclusión.

Tal fue la situación de Job que acude por un Go´el un Redentor, la palabra hebrea que usa el escritor para describir a ese redentor, es un testigo, alguien que salga a su defensa en este juzgado.
El sistema social de Go´el, significa un proceso legal, social y religioso, en donde un pariente cercano, lo rescate de su condición de sufrimiento y necesidad. La función del Goel es redimir, o sea liberar a alguien del pago de una deuda, aunque se deba pagar un alto costo. La redención se practicaba cuando un hombre vendía su propiedad y así mismo como esclavo, debida a alguna deuda contraída. Este redentor debía cumplir con los siguientes requisitos, que fuera un pariente cercano e interesado, debía tener disposición a redimir, y poseer el dinero necesario, y Job ya no tenía a nadie. Eso quiere decir que la condición de Job era tal que lo hacían sentir, esclavo de su pobreza y miseria.

Necesitaba alguien que lo rescatara. Que saliera en su defensa, que argumentara su inocencia.

¿Pero quien podría ser su redentor?, todos lo abandonan. Su esposa lo desprecia, sus siervos lo dejan solo, su familia muere, sus amigos lo acusan, y siente a Dios como su peor enemigo. ¿Quién podría defender a este pobre Job?, había un juicio sin abogado defensor.
Era difícil tratar de estar del lado de Job, una gran encrucijada. Las cosas se complican, mostrando como la rigidez del dogma de la retribución (tan predicada por HD, en Israel) crea problemas: o ponerse del lado de Job y en contra de Dios, o colocarse del lado de Dios y en contra de Job. No hay otra salida. Job lo sabe muy bien (19, 6:21-22) (Storniolo 2008)


La verdad es que es una decisión sumamente difícil. Al lado de los poderosos, o al lado de los inocentes que sufren. Al lado de dios (dios con d minúscula para mostrar una imagen de Dios), quien tiene siempre la “razón”, o al lado de alguien que no tiene la culpa de estar sufriendo o de estar viviendo lo que esta viviendo.
Al igual se habla de los excluidos, y de los que viven caos circunstanciales descritos al inicio, pero no hay nadie que haga praxis social con estos, se sienten desprotegidos e indefensos ante un sistema que los devora. No hay casi goeles que los rescaten de esa condición de necesidad. Que los acompañe desde su realidad y no desde meras teorías como los amigos de Job.
Job se siente abandonado por sus amigos y cercanospero esta seguro que será Dios quien estará de su lado y actuara contra sus oponentes, es decir que vera su reivindicación moral; su dignidad y honor… (Arens, Eduardo)

En medio del sufrimiento lanzo una confesión de esperanza, la angustia parecía que todavía no había derribado su esperanza. La realidad era que no tenía un redentor.
Pero he aquí donde se desarrolla la utopía de Job; “yo le Veré”: es una forma de de expresar que cree que Dios lo ayudaría, Dios hablaría de su inocencia.

Ver a Dios actuando a su favor, es supuestamente la utopía de Job. Tener a alguien como goel, y mucho mas a Dios (Enemigo de Job), era un verdadero sueño, o una irrealidad.
Allí no acaba todo el meollo de este redentor, porque esta envuelve una gran esperanza. Job cree que aunque muera, aun después de su muerte será defendido por un Goel. Pero esta mucho mas seguro que el lo vera, que no tendrá que morir porque en su carne había de ver a Dios (Goel), lo vera por si mismo, sus ojos lo verán. El capitulo 42 del libro nos demuestra que “de oídas lo había oído, mas ahora sus ojos lo ven”, parece que realmente lo vio. (Aclarando que es una lectura un poco literal y nada contextual de este último capitulo)

Pero al igual como lo es hoy día para los latinos pobres que se van a otros países buscando oportunidades, o aquellos que sufren persecuciones e injusticias. A ello se le agrega el dolor de los niños inocentes, de las muertes prematuras, de las viudas abandonadas en la miseria y huérfanos obligados a mendigar en las calles. (Álvarez valdes, Ariel 2006)
Las situaciones contrarias de aquellos que sufren siempre serán un paso para oportunidades. Las Crisis no son caos, sino oportunidades potenciales; estos momentos son los mejores para proyectar en nuestras comunidades goeles para estos que sufren.
Cada uno de nosotros somos la esperanza de cientos y miles que viven una agonía, alrededor de la soledad y la crueldad, ellos reclaman de nuevo un sistema social que los acobije y los levante de su pobreza. Nosotros y nuestras comunidades son el Go´el para aquellos que gritan desesperada y desesperanzadamente: Yo se que mi Redentor vive y se levantara…yo le veré.

 BIBLIOGRAFÍA
  1. Storniolo, Ivo. (2008). Como Leer el libro de Job, El Desafío de la Verdadera Religión. Pp. 39-41Bogotá: San Pablo
  2. Álvarez Valdés, Ariel. (2006) ¿Prueba Dios con el Sufrimiento? 1° Edición, pp. 31. Buenos Aires: San Pablo
  3. Arens, Eduardo (2007). Job. En: Comentario Bíblico Latinoamericano, Antiguo Testamento (II). Co Editores. (pp. 747-803) Madrid: Editorial Verbo Divino

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