martes, 19 de junio de 2012

EL MATRIMONIO DESDE LA ÓPTICA PAULINA: Una recuperación del sentido de ser cuerpo y mujer.



Adolfo Céspedes M.
Universidad Reformada

Hoy día, el matrimonio ha sido objeto de muchas penurias, de situaciones angustiosas, de aflicciones y de momentos de carga emocional, pero ¿Cuál ha sido el objeto que ha causado todas estas circunstancias? Las relaciones personales marcan mucho de la vida cotidiana en que conviven las personas, es por esto que pablo habla de esas situaciones concretas que ocurrieron aquí en la ciudad de corinto referente al matrimonio y el celibato, pero que en verdad no solo en volvían asuntos de la cotidianidad, sino que también mucho de toda la ideología de un contexto en el que se asentaba corinto.

Sin irnos tan lejos nos encontramos en el presente ante un derrumbamiento de lo instituido religiosamente como señal de amor de dos personas que han decidido entregarse el uno al otro, pero este caos se debe a que poco a poco se han perdido los valores que le caracterizaban, creando paradigmas en relaciones interpersonales que conllevaban a la marginación de la mujer, como ser sexuado y como poseedora de un rol en la misma sociedad y por ende a la sublevación de la opresión del poder patriarcálista del hombre sobre esta.

Con respecto a este ensayo trataremos en primer lugar de realizar una mirada al texto en su redacción y estructura literaria, luego se mostrara una proyección del lugar social en el que se desprende el texto, su contexto cultural, y como resultado nos arrogara al sentido desde la óptica de pablo del matrimonio y por ultimo ayudara para crear una interpretación para hoy.

1 Corintios 7: 1 – 7
“De las cosas que me escribieron, bien le está al hombre no tocar mujer; pero con todo, por razón de las fornicaciones, cada uno conserve su propia mujer, y cada una conserve su propio hombre.
El marido a la mujer páguele lo que es debido, e igualmente la mujer al marido. La mujer no es dueña de su propio cuerpo, sino el marido; e igualmente el marido no es dueño de su propio cuerpo, sino la mujer. No se abstengan el uno al otro, a no ser de común acuerdo por un tiempo, con el fin de darse a la oración y luego juntarse de nuevo, no sea que os tiente satanás a causa de vuestra incontinencia.
Esto lo digo no como un mandato, sino por concesión. Mi voluntad seria que todos los hombres fueran como yo, mas cada cual tiene de Dios su propio don: uno de una manera y otro de otra.” (Sacado de la Biblia griega del Nuevo Testamento)

Un juego literario: preguntas y respuestas

En relación con este texto deseo destacar varios elementos claros que nos ayudaran a su apropiada interpretación, en primer lugar el texto de 1 de corintos fue escrito en una visita de pablo a Éfeso, este ya había ido a corinto a predicar, y luego de su recorrido por muchos lugares tres cristianos mensajeros llamados Téfanos, Acacio y Forfunato, comentaban a pablo de los problemas al interior de la comunidad de corinto, este pues se animó a escribirles y a darles su punto de vista (Exhortación) respecto a cómo se estaba llevando el evangelio de cristo en esta comunidad.

Ahora en la tarea de análisis del texto nos encontramos con algo que ha llamado nuestra atención, y que en verdad nos sorprende del mismo pablo, pero que nos formula una serie de alternativas literarias en cómo pudo utilizarse el texto de forma apropiada, el autor quien anteriormente y aun posteriormente en otros de sus temas es muy ordenado, preciso y conciso en sus escritos, ya sea en su estructura, forma, estilo literario y temas a tratar, nos revela un escrito un poco compuesto, porque esta vez nos hace encontramos con un pablo que responde la solicitud que los corintios le preguntan pero de manera poco ordenada, parece que en toda la estructura textual que va desde 1 corintios 7:1 – 40, pablo es inconsistente en mantener un tema como tal, más bien hace juego con varios aspectos de estos dos temas (Matrimonio y Celibato) distribuyéndolos en toda esta pericopa.

Es decir que pablo inicia respondiendo sobre un tema, luego va a otro tema y responde según lo que piensa, para después volver a responder otro asunto respecto al mismo tema con el que había iniciado. Esto nos demuestra según nuestra hipótesis una inconsistencia temática, que nos lleva a pensar que pablo respondía según las situaciones que pudo haber en aquel entonces según un orden mental que pudo tener este. Otra formulación hipotética que pudo haber ocurrido es que quizá la carta de los corintos que enviaron a pablo en la que preguntaban estas situaciones llevaban una secuencia de preguntas, en las que pablo quizá responde de la misma forma.

Aun  así pablo no nos deja mucho espacio para deducir o hasta inducir si es o no, un uso de retórica, que no lo afirmamos del todo, pero que sospechamos generalmente. O sea que quizá pablo hace uso de la formula retórica, para ampliar y convencer a sus oyentes en un juego de preguntas y respuestas.

Aunque aclaramos inmediatamente que no trataremos todos los temas, ni de un tema todos los asuntos a los que pablo apunta, sino que nuestro objetivo aquí es sobre el matrimonio, su importancia y la problemática que se desprendía de la forma en como lo concebían los corintios; pero para esto solo debemos hacer uso de 1 corintios 7: 1 – 7, estos versos nos ayudaran a la comprensión del tema y de su relectura para hoy.

Para continuar en nuestro análisis podríamos entretejer una composición estructural del texto en subtemas que se desprende así:

1.    Problemática de la ascesis en corinto v.1
2.    Problemática del libertinaje en corinto v.2
3.    Nuevo paradigma sobre cómo se entiende el matrimonio en pablo v. 3 - 4
4.    Negación de la abstinencia en el matrimonio v.5 - 6
5.    Deseo voluntario de pablo. v.7
Esta visión del texto nos ayuda a comprenderlo un poco más, de forma que da luz sobre los puntos necesarios que utilizaremos para la hermenéutica sobre el matrimonio.

Caos social e ideológico (filosófico)

Corinto era una ciudad muy rica, ya que los procesos económicos que se vivían en esta capital eran amplios y muy abundantes, había negocios artesanales, industriales, y hasta religiosos, pero uno de los negocios que resaltaba a esta ciudad, era la prostitución, este negocio utilizado en cantidades elevadas no solo por los corintos, sino que se había hecho un asunto del mercado de exportación e importación.

Este negocio que fue implícitamente religioso, caracterizaba la estructura socio-economía de esta ciudad aunque no le representaba,  habían templos enormes y estilísticamente muy bellos de la diosa afrodita, la diosa del amor. Los habitantes de corinto inconversos visitaban mucho el templo, en donde se practicaban rituales sexuales y de prostitución, ya que esta diosa tenía a su servicio más de mil sacerdotisas, que eran prostitutas sagradas. (Kugelman, R 1987)
La vida de los corintos estaba fuertemente influenciada por lo sexual, tanto así que las doncellas de corinto <<Kore Korinthe>> no eran otra cosa que prostitutas, mientras que los corintios vivían una vida licenciosa frente a esto. A demás que habría que agregarle dos situaciones más a este contexto, primero que la mujer era quien se prostituía, y eso nos deja entredicho la actitud, el concepto y el trato que se tenía ante los derechos de las mujeres.

Así pues, la mujer vivía un libertad muy relativa, podía tomar una iniciativa en asuntos económicos y participar de cultos religiosos, pero seguía manteniéndose en posición de inferioridad ante el hombre, es más se convertía en objeto sexual, se mantenía la subordinación de la mujer, porque priorizaba la jerarquía familiar, poniendo como base la sumisión solo de la mujer. Las mujeres libres pobres su situación exigía que se dedicaran a cualquier actividad, tanto en casa como en la calle, y las esclavas tenían la obligación de prestar servicios sexuales (Prostitución) al amo y otros hombres de la casa patriarcal, y en cuestiones de honor las libertas eran consideradas como de menos honor que los libertos (Hombres). (Foulkes, I. 2003)

Segundo, por otra parte no solo se veía la marginación de la mujer, sino que a la vez su mundo helenístico dualista influenciaba de sobremanera en las costumbres de estos personajes, ese mundo estaba representado por las corrientes filosóficas gnósticas existentes ya en corinto, que daban propaganda a la ascesis y al cuidado interno pero no externo del ser humano.
El problema de la ascesis en contrapartida con el libertinaje sexual que se vivía en corinto, era otro problema potencial que afectaba al tema del matrimonio en corinto, de  tal manera que llegaban a afirmarse que “Bueno le sería al hombre no tocar mujer…” v.1 como lo dice pablo al inicio mostrando la problemática de algunos que asistían a la iglesia de corinto influenciados por el gnosticismo, condenaban las relaciones corporales sexuales.

En este sentido el cuerpo es impuro, malo, animalesco, tiene sustancias demoniacas, es pasajero y está excluido de la salvación, eso quiere decir que el cuerpo es menospreciado (Richter, I. 1998) por lo tanto nos encontramos ante un contexto de marginación y de menosprecio al cuerpo y a la mujer. La mujer y el cuerpo sometidos al patriarcalismo, subyugados a las reglas de dos comportamientos excesivos en la cultura urbana de corinto, el libertinaje y la ascesis.

Pablo recupera lo marginado y subordinado

Ahora entonces podremos deducir porque pablo le dice a estos hermanos, que para él, el matrimonio no estaba en discusión de ser licito o no, es un don de Dios, por lo tanto es bueno, y este debe ser gozado y aprovechado sus privilegios a plenitud.

Era correcto que tanto pablo como la comunidad viera la urgencia de no casarse en términos escatológicos porque se vivía un tiempo en donde era urgente la expectativa de la parusía (Regreso del señor) pero estas personas al igual que los de tesalónica, habían dejado a un lado sus labores cotidianas y normales por esta urgencia y se vivía como despreocupado de algunas situaciones que eran importantes, entre estas la actividad del matrimonio, y aunque a pablo le agradaba la idea de que la gente estuviera interesada en la venida del señor, a la vez se veía preocupado por la rigidez de la gente en olvidar la vida normal, no se casaban, no había relaciones sexuales, ni siquiera algunos trabajaban, porque Jesús ya volvía ¿para qué?, claro está todo esto como excusa, para argumentar ya sea su libertinaje o su ascesis; su influencia del gnosticismo y su participación con las prostitutas, según sea el caso.

Sin embargo el autor nos dice que es necesario que el matrimonio sea tenido en cuenta como parte de la gracia de Dios, quienes no se casaban pues no serían juzgados, porque el ser célibe también sería parte de la gracia de Dios y quienes lo hacían de igual forma no serían juzgados. El problema se presentaba en aquellos que se casaban pero vivían como célibes, los ascetas condenaban las relaciones sexuales aun dentro del matrimonio, por eso trataban de separar a las parejas, supuestamente con la excusa de servir mejor a señor. (Foulkes, I. 2003)
Pablo dice que el matrimonio puede ser vivido: recuperando el sentido de cuerpo sexuado, de importancia y respeto al género, además que despojándolo de la marginalidad de la mujer y del poder del hombre sobre ella. Los hombres y las mujeres deberían casarse para evitar que el deseo sexual los domine, la pasión se apodere de estos (Satanás no es el deseo sexual, sino más bien la forma en donde descargas todo ese deseo, en este caso la prostitución), ese debería ser el objetivo principal para combatir la fornicación (Libertinaje) tan difundida con prostitutas en el aquel entonces. Al igual que los hombres y las mujeres deberían tener relaciones interpersonales sexualmente hablando basadas en la reciprocidad y la igualdad para dar un golpe bajo al gnosticismo (Ascesis) (v.2).

En el matrimonio y la relación entre ellos debe caracterizarse porque el hombre y la mujer:
  1. Construyan una relación de igualdad y de reciprocidad: v.3
Es interesante observar como pablo les dice a los dos, hombre y mujer que se deben el uno al otro, que es una obligación tener relaciones sexuales. Que el contrato matrimonial conlleva entregar sus cuerpos, ya que sería injusto no tener relaciones sexuales, en verdad ella son una deuda que se tiene el uno al otro, una obligación mutua. (Kugelman, R. 1987)
El uno se entrega al otro y así respectivamente, conceden sus cuerpos, entregan su cuerpo consagrado, no malo, ni sucio, ni animalesco, aquí pablo rompe con el sentido de cuerpo gnóstico, este le da la importancia que se merece el cuerpo, le da su posición de santo, consagrado a Dios. A la vez que muestra la importancia de manejar una relación e igualdad entre mujer y hombre, ya que no es solo la mujer la que concede el cuerpo, sino que coloca a la mujer y el hombre en equidad, uno al lado de otro, hombre entregándole su cuerpo a la mujer y en sentido contrario, recuperando el sentido de ser mujer.
  1. Una relación de respeto por los derechos y los deberes por igual. v.4
En el matrimonio, ni el hombre, ni la mujer puede tener (Exousia) poder sobre el cuerpo del otro. El poder del hombre esta sobre su compañera y así en sentido contrario. En el patriarcalismo el poder sobre el cuerpo es de arbitrariedad,  en pablo es de una entrega mutua. (Richter, I. 1998) Entregas de tal manera tu cuerpo, que ya no te pertenece en sí a ti, sino que le pertenece a tu compañero, no cabe el abuso al poder, no es una relación de sometimiento ni de injusticia.
Aquí volvemos a romper con el patriarcalismo, el libertinaje sexual, y la ascesis, que marginaban y sometían tanto al cuerpo, como la mujer. Pablo en todo este pasaje presenta una relación matrimonial basada en la igualdad, la reciprocidad, en el respeto por los derechos tanto de la mujer como los del hombre, y un énfasis al deber matrimonial de cumplir con la sexualidad del hombre para con la mujer, y de la mujer para con el hombre.
Para terminar pablo nos dice que definitivamente se niega a la propuesta ascética en el matrimonio (v.5), en donde coloca al hombre como dualismo, menospreciando su propio cuerpo, y exigiendo ser un ser espiritual que se abstiene de los apetitos sexuales. El celibato es un don, y yo quisiera que todos lo tuviera, nos dice pablo (Parafraseando), pero Dios le concedió a cada quien un don, vívalo de forma apropiada, ya sea que se case o que sirva como célibe, cada quien es responsable de vivir su sexualidad, de gozar de los privilegios de su cuerpo.

Una Relectura al mundo de hoy

Esas relaciones interpersonales hoy día se han visto golpeadas, maltratadas, abusadas, porque hemos heredado de los corintios nuestra forma de mirar el matrimonio hoy, seguimos el patrón de subordinación a la mujer y de abuso sobre su cuerpo, además que el cuerpo sigue siendo víctima de una mirada repulsiva, lujuriosa y como poseedora del placer, como de un objeto que solo sirve para asuntos sexuales.

Era de esperarse que las iglesias en donde se habla de ética, de moral, la igualdad entre mujeres y hombres pudieran hacer eco, pero la realidad es otra. Son estas instituciones aún mas de talla fundamental y carismática, en las que la asistencia de las mujeres es más voluminosa, la que a veces discriminan con más auge a las mujeres mirándoles más como objetos que como sujetos activos en el proceso de predicación y oficio ministerial. De la misma manera que se ha mirado al cuerpo y sus manifestaciones (Sexual) como de satanás, reprimiéndoles y llevándoles al estado de mantenerla como un tabú o en silencio de manera licenciosa.

La posición de la mujer se ha entendido hoy día como a la que se les puede utilizar al gusto del hombre, arguyendo que este es la cabeza, y que ellas solo son los instrumentos de estos. En otras se ve como instrumentos de pecado, de lujuria, tentaciones sexuales e infidelidades, dándole poca dignidad al cuerpo femenino.

Los matrimonios no han funcionado porque los problemas radican en la cama, es cierto, pero no porque se ha hecho una mala utilización de métodos o de accesorios fantasiosos, sino porque a través de las caricias y tratos diarios los unos a los otros, se han puesto en juego el valor de otro como corporalidad y por lo tanto su dignidad, más sumemos además el asunto de poder, los hombres tratan a sus mujeres como inferiores a ellos, todo esto refleja una sexualidad reprobable que repercute aun en el hecho de la genitalidad. Mujer no significa placer sexual, o un objeto de servicio para el hombre en el hogar, ella merece su respeto y su comprensión, y como tal debe ser reconocida y tratadas como seres humanos.
Nuestra propuesta para contribuir a relaciones matrimoniales más sólidas, se basan en la igualdad, la reciprocidad y el respeto por los derechos de cada una de las partes conyugales. Que se respete su individualidad, pero también la relación mutua por el compromiso que se tienen uno con el otro, que su relación sexual este fundamentada en ser libre, espontánea y satisfactoria.

Es por esto que denunciamos con un: NO MÁS al modelo familiar de alguien que gobierna, controla, ordena y manda. Sino de una participación mutua de poderes y de roles en la casa, en donde se atiende cariñosamente los conflictos mutuos, se lucha juntos, y se escucha las necesidades del otro. En donde se reconozca a los seres humanos no solo por sus roles y sus funciones, sino por ser personas.
Para de esta manera lograr ser lo que pablo pretendía en sus cartas y con las que tantas veces, confundió la iglesia, uno solo, un solo cuerpo. Hombres y mujeres siendo un solo cuerpo, iguales entre sí.

  
Bibliografía
  1. Brown, R. & Kulgeman, R. (1987) Primera carta a los Corintos. En: Comentario Bíblico de San Jerónimo. (9 – 42). Madrid: Ediciones Cristiandad.
  2. Levoratti, A. & Foulkes, I. (2003). Primera carta a los Corintios. En: Comentario al Nuevo Testamento Latinoamericano (817 – 841). pamplona: Verbo Divino.
  3. Pixley, J. & Richter, I. (1998, N° 29). Sexualidad en Tiempos Escatológicos. En: Cristianismo Originarios Extra palestinos (35 – 138 d.c). RIBLA. (Pp. 106 – 119) .









No hay comentarios:

Publicar un comentario