ADOLFO CÉSPEDES
MAESTRE
UNIVERSIDAD REFORMADA
Desde
el comienzo de la vida en la tierra, la violencia ha sido el mecanismo de
control más usado y a medida que se fueron
consolidando las estructuras sociales, así el afianzamiento del machismo
y la discriminación contra las mujeres.
Esta
presentación académica no es una visión retrospectiva de la historia del sujeto
femenino y de sus luchas en el proceso de su posición como personas con voz y
voto. Sino es más bien una vista teológica de la mujer desde la cristología.
Es
de esperarse que las iglesias en donde se habla de ética, de moral, de una vida
cristiana, la igualdad en las mujeres puedan hacer eco, pero la realidad es
otra. Son estas instituciones de talla fundamental y carismática, en las que la
asistencia de las mujeres es más voluminosa, la que a veces discriminan con más
auge a las mujeres, en donde se les mira más como objetos sin valor, y que se
les puede utilizar al gusto del hombre.
Triste
es decir en nuestros días que las mujeres siguen siendo victimas de la
violencia social, económica y domestica (Carvalho, Esly 2000)
La
iglesia debe ser la primera a levantar su voz profética y denunciar el terrible
secreto de la violencia domestica, empezando con lo que pasa en su propia casa.
(Carvalho, Esly 2000)
Las
mujeres ocupan un lugar importante en nuestras congregaciones, y debe ser
denunciado el maltratado por ellas, que va desde el verbal, de acciones, físico
y demás. El silencio se ha apoderado aun
de nuestras iglesias, ha dominado nuestra cultura, porque pensamos que son los
seres humanos indefensos y sin protección de ningún sujeto, que merecen el
trato que se les da, es por esto que Dios se coloca a su defensa.
Jesús
en sus caminos evangelizadores fue acompañado y apoyado por las mujeres que le
seguían, uno de los textos mas claros que he leído y que ha sido de inspiración
para este escrito es el de Elsa Tamez, Las Mujeres en el movimiento de Jesús el
Cristo, en este ella nos recuerda parafraseando que había muchas mujeres y no
solo una que acompañaba a Jesús en su ministerio, y este buscaba la
transformación social, aun en medio de un contexto romano de discriminación y
de tantos problemas sociales, como es el de la mujer; pero Jesús no hacia
distinción entre mujeres y varones; por el contrario, una de sus
características consistió en proponer un orden de vida diferente al modelo
jerárquico. (Tamez, Elsa 2003)
El
esfuerzo hermenéutico se concreta en la reconstrucción feminista de los
orígenes del cristianismo, que descubre el protagonista de las mujeres en el
seguimiento de Jesús desde galilea hasta el Gólgota, las libera de la
marginalidad a que fueron sometidas por la interpretación jerárquico-patriarcal
del cristianismo primitivo y les reconoce sus centralidades en la expansión de
la fe cristiana mas allá de las fronteras judías. (Tamayo A., Juan Jose 1996)
La
perspectiva de la mujer se ha dejado notar durante los últimos cinco lustros en
la propia reflexión sobre Jesús, que hasta muy recientemente llevaba impresa la
marca de los varones. La teología feminista ha llamado la atención sobre la
gradual e imparable patriarcalización de
la cristología, que se inicio desde muy pronto en el cristianismo y constituye
una de las graves perversiones de que ha sido objeto de la figura de Jesús.
Un
nuevo paso en la patriarcalización de la cristología tiene lugar con el
establecimiento de la iglesia como religión oficial del imperio. La jerarquía imperial-patriarcal
tiene su reflejo en la iglesia. Porque este quizá piensa que Cristo es la
revelación masculina de un Dios masculina, que establece una normatividad
igualmente masculina. Solo los varones son iconos de Cristo e imagen de Dios. (Tamayo
A., Juan Jose 1996)
Leonard
Swidler inicia la reflexión teológica sobre Jesús en clave feminista en un
artículo que bien puede considerarse
como paradigmático y programático al mismo tiempo: Jesús fue feminista.
(L. Swidler 1971) Jesús mantiene una relación igualitaria e incluso preferente,
con las mujeres. Con tal conducta violaba abiertamente las costumbres judías,
muy restrictivas con respecto a las mujeres.
La
hermenéutica cristológica feminista habla del discipulado de iguales, formado
por discípulos y discípulas. la visión feminista de Jesús de Nazaret cree que
lo humano tal como fue vivido por él no se agota en el componente masculino. En
Jesús se produce una combinación perfecta entre lo femenino y lo masculino.
Jesús
sintetiza ejemplarmente en su persona el elemento masculino y el femenino.
Ahora Jesús tampoco propone un modelo de mujer, solo las acepta en su
inaceptación social, y con esto lleva a las mujeres a proponer y reinventar un
modelo. Jesús fue en contra de los poderes establecidos, por eso murió y
resucito, eso quiere decir que murió por la causa de la emancipación de
las mujeres también. (Tamayo A., Juan
Jose 1996)
BIBLIOGRAFÍA
- Carvalho, Esly (2000) Un
Secreto Bien Guardado: Violencia Domestica. En: Revista Signos de Vida. Pp. 41 -
43
- Tamez, Elsa (2003) Las
Mujeres en el Movimiento de Jesús el Cristo. Ecuador: CLAI.
- Tamayo A., Juan Jose. Hacia
la Comunidad. 4. Imágenes de Jesús. Editorial Trotta. Sagasta, Madrid. 1996.
Pp. 74-76.
- L. Swidler. Jesús Was a Femenist: Southeast asia Journal
of Theology (Jesús fue un feminista: Diario el sudeste de
Asia de la Teología) 13. 1971, 102-110.
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